10 películas profundamente filosóficas que tienes que ver
Desde el comienzo de los tiempos, el hombre ha usado su capacidad racional para cuestionar y a la vez, aprender de la realidad que lo rodea. Ya sea agrupando fenómenos en conceptos generales o expresando emociones a través de la pintura, la música o la escritura.
La filosofía nació cuando los primeros seres humanos se tomaron un tiempo libre de sus rutinas de supervivencia para preguntarse acerca del porqué de las cosas, de la existencia, de la experiencia. Tuvieron que pasar miles de años para que se inventara la herramienta más efectiva a la hora de ilustrar la condición humana: el cine.
No hay duda de que el séptimo arte es perfecto para exponer ideas filosóficas de manera que sean comprendidas y discutidas por cientos de miles de espectadores. El cine provee una libertad sin precedentes a la hora de contar una historia. Varios genios han aprovechado esto para estructurar cintas excelsas y profundas. A continuación verán diez interesantes filmes que destacan por el inmenso abismo filosófico que representan.
Como efecto dramático, están invitados a escuchar la siguiente canción mientras leen.
10. El Séptimo Sello (1957)
Ingmar Bergman es conocido por dirigir películas que exploran realidades con las que cualquiera de nosotros se puede identificar. Sus personajes suelen sufrir crisis existenciales; se preguntan si existe una vida después de la muerte, si la moralidad tiene sentido, si en verdad existe un dios, etc.
En el caso de El Séptimo Sello, un soldado que acaba de volver de luchar en las cruzadas se encuentra con la muerte; personificada por un sombrío individuo de capa negra. Viene a llevárselo al más allá, pero accede a jugar una partida de ajedrez con su víctima, en la que se juegan su alma.
La fe del protagonista ha sufrido un duro golpe después de los horrores que presenció en la guerra. En una conmovedora escena, se pregunta por qué Dios se esconde detrás de lejanas promesas y milagros dudosos. No puede librarse de pensar en un ser superior, pero está cansado de creer sin evidencias. Quiere conocer.
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9. The Master (2012)
Paul Thomas Anderson trabaja con dos conceptos esenciales en este filme: la introspección, como esta lleva a la sabiduría y a la felicidad, y el poder, como nadie en realidad está exento de ser dominado por algo o alguien.
Para analizar esto, el director cuenta la historia de Freddie Quell (Joaquin Phoenix), un veterano de la Segunda Guerra Mundial que ha quedado desequilibrado mentalmente y con algunas metas truncadas, producto del conflicto bélico en el que fue obligado a participar. Conoce por accidente a Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), el carismático líder de un culto similar a la cienciología; este usará sus métodos poco ortodoxos para ayudar a Freddie a dominar sus demonios.
Lancaster quiere parecer una especie de Sócrates delante de sus seguidores, pero se asemeja más a un predicador errante al que no le interesa demasiado la verdad, sino que prefiere creer en sus propias divagaciones metafísicas de dudosa lógica. Sin embargo, es capaz de escudriñar el alma de Freddie con sus brutales preguntas sistemáticas.
The Master es una película compleja y, a la vez, divertida. La relación entre Freddie y Lancaster es sumamente interesante. Con ella, el director explora las dinámicas del poder y de las creencias ciegas que pueden llegar a ser peligrosas para la razón, pero beneficiosas para el espíritu.
8. Rashomon (1950)
¿Cuál es la realidad verdadera? ¿Puede ser percibida objetivamente, es decir, tal como es? Si la respuesta a estas preguntas es negativa, ¿en qué podemos basar la verdad de un enunciado? Los realizadores de Rashomon plantean todas estas interrogantes en su película.
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Compuesta por recuentos de distintas perspectivas de un mismo hecho, la estructura de Rashomon fue drásticamente revolucionaria para su tiempo. El nombre del filme incluso ha pasado a denominar la estructura narrativa que adopta, es decir, distintos puntos de vista que se contradicen entre si.
El final del filme es bastante emotivo. Kurosawa aprovecha la oportunidad que le brinda la excelsa historia para intentar determinar la naturaleza humana. Concluye que es cierto que podemos ser egoístas e hipócritas muchas veces, pero la inclinación natural del ser humano es escoger el bien sobre el mal. Tanto las técnicas de iluminación como la manera de contar lo que sucede, no tenían precedentes en mil novecientos cincuenta, por lo que vale la pena echarle un vistazo a la originalidad de Rashomon.
7. Dead Man Walking (1995)
Existen muchos temas bastante difíciles de discutir; no hay duda que la existencia del libre albedrío es uno de ellos. Dead Man Walking utiliza un escenario comprometedor para exponer varios puntos acerca de este controvertido debate.
Sean Penn interpreta a un prisionero condenado a muerte que le escribe a una monja (Susan Sarandon) para que se apiade de él y lo ayude, declarando que es inocente de todo crimen. Esta es forzada a informarse de todos los aspectos del caso, en un intento determinar si las afirmaciones de Penn son verdaderas.
Todo esto se relaciona con el famoso artículo de filósofo inglés Peter Strawson, “Libertad y Resentimiento”. En él, Strawson afirma que no necesitamos saber si existe o no el libre albedrío para fundamentar nuestras prácticas penales. La racionalidad de estas es evidenciada por una serie de actitudes y sentimientos que los humanos experimentan al confrontar la injusticia, en la película esto es representado por los padres de las víctimas.
El personaje de Sarandon ve estos temas desde una perspectiva religiosa, similar a la de Strawson. Si un criminal quiere volver a ser considerado parte de la sociedad, debe demostrar que reconoce que sus acciones fueron malas; si es incapaz de hacer esto, se le debe mantener al margen, es decir, tras de rejas.
A estas alturas supongo que la canción de efecto dramático habrá terminado, aquí tienen otra.
6. Interstellar (2014)
Al igual que Dead Man Walking, Interstellar aborda el problema de la existencia del libre albedrío, pero desde un enfoque totalmente distinto, el de la física teórica. El punto central sucede cuando Cooper entra al agujero negro. Se encuentra en un teseracto, en el cual es capaz de observar cada momento en la vida de su hija. Pasado, presente o futuro, todo es lo mismo desde su perspectiva.
Esto significa que, al menos en el mundo de Interstellar, es claro que no existe el libre albedrío. Si cada instante de la vida de alguien puede ser percibido tan claramente como cualquier otra dimensión común, entonces el futuro ya está escrito. Todo depende de una causalidad ya trazada por las leyes físicas que rigen el universo.
Además de ser un incomparable espectáculo visual, Interstellar es también un viaje hacia los orígenes de las decisiones humanas, que desemboca en un deprimente resultado; pero, a la vez, esto hace que la cinta sea mucho más profunda e intrigante. Christopher Nolan hizo un gran trabajo con matices que recuerdan a Kubrick. Su clásica mezcla de viaje espacial con filosofía será difícil de olvidar. Pienso que es algo redundante agregar el trailer de un filme tan conocido; pero quizá algunos de ustedes acaban de despertar de una hibernación interestelar y aún no han visto esta excelente obra.
5. The Tree of Life (2011)
Terrence Malick se graduó de filosofía en la universidad de Harvard. Desde que era joven, el autor que más lo influenció fue Martin Heidegger. Considerado uno de los filósofos más importantes e influyentes del siglo XX, Heidegger propuso una ontología nueva. Menos preocupado por el aspecto cognitivo del conocimiento (a diferencia de Kant y Aristóteles), a este filósofo le interesaba más la existencia como tal. Elucida los misterios del ser a lo largo de su trabajo; concentrándose también en el lugar que ocupa el ser humano en el universo.
The Tree of Life es una cinta única, en donde la relación del hombre con la naturaleza es la base esencial de todo lo que sucede. Desde la creación del mundo hasta el desarrollo de una familia estadounidense, los lazos estrechos entre el individuo con lo que lo rodea son evidentes a lo largo de la cinta. Heidegger afirmaba que, para definir al hombre, es imposible separarlo de su entorno; este determina lo que el hombre es. No se puede entender uno sin el otro.
La ilustración de la crianza del protagonista es sumamente interesante desde un punto de vista epistemológico. Nunca antes se había visto una representación tan honesta y detallada del increíble proceso en el que un infante comienza a adaptarse al ambiente que lo rodea: lentamente va entiendo nuevos conceptos, desarrollando sus habilidades lógicas poco a poco.
Los dos estilos de vida expuestos: el de la madre (Jessica Chastain), camino de la gracia, y el del padre (Brad Pitt), camino de la naturaleza, imitan dos tendencias filosóficas contrarias: el idealismo y el empirismo, respectivamente. Los primeros son propensos a entender el mundo de manera teórica, desprestigiando la experiencia de manera platónica. Los segundos solo creen en el conocimiento proveniente del mundo, palpable y verificable, de manera aristotélica. El profundo trasfondo filosófico de Malick es evidente y admirable.
4. La mirada de Ulises (1995)
El proyecto más personal del director griego Theo Angelopoulos también fue el más ambicioso. No solo estructuró un profundo drama político, sino que también aprovechó la oportunidad para estudiar la naturaleza del arte, de dónde surge y cuál es su fin.
El protagonista, llamado simplemente “A”, inicia su odisea con el objetivo de encontrar unos rollos de cine históricos que se creían perdidos. Piensa que, al encontrarlos, podrá recuperar su visión de cineasta, la cual se desvaneció luego de un extraño incidente.
A lo largo del filme, Angelopoulos expone la vida interior del protagonista. “A” experimenta una profunda introspección, esta le lleva a disipar sus inseguridades acerca de volver a realizar su arte, aspectos claves de la “terapia” platónica. Confirmando esto, la película comienza con la siguiente cita de Platón: “Y el alma, si debe conocerse a sí misma, tiene que observar el alma”.
3. Synecdoche, New York (2008)
Si han estado leyendo las últimas listas de cine publicadas en Hipertextual, ya deben estar cansados de leer párrafos y párrafos sobre este filme. Desgraciadamente, no puedo evitar agregarla también a esta lista; las implicaciones filosóficas inherentes a la trama son muy profundas para ser ignoradas.
Caden Cotard es un hombre como cualquier otro; batallando con el miedo a la soledad y a la muerte que frecuentemente acompaña la experiencia humana. Sin embargo, Caden está demasiado envuelto en sus propios problemas para darse cuenta de que todas las vidas humanas son similares. A todo individuo le rompen el corazón, o le destruyen los sueños, todos mueren, etc. Esto es, hasta el hermoso final de la cinta, en que Cotard entiende que todos somos representantes de una humanidad que marcha junta hacia la muerte; todos atormentados por problemas similares.
Más específicamente, el protagonista experimenta todos los pesados sentimientos existencialistas que el filósofo, Jean Paul Sartre, describe en sus obras. Su arte es condicionada por estos miedos, inseguridades y preocupaciones. Luego de intensas reflexiones, Caden logra vencer el nocivo solipsismo que nublaba su razón.
Una última canción para las conclusiones.
2. Room (2015)
Para los que conocen, así sea superficialmente, las enseñanzas de Platón, las influencias platónicas en esta cinta les abran parecido más que aparentes. Jack es un niño de cinco años que ha vivido toda su vida en una misma habitación. No está consciente de que existe todo un mundo afuera; su madre lo ha criado para que pensara que lo único que hay está contenido en esas cuatro paredes.
La verdad es que la mamá de Jack fue secuestrada hace años, el padre del niño es el secuestrador que aparece todas las noches para traer suministros y tener sexo con ella. Hasta que un día, el personaje de Brie Larson no lo soporta más y decide contarle todo a su hijo, ambos idean un plan para escapar.
El desarrollo que sigue es particularmente similar a la alegoría de la caverna que Platón expone en su obra maestra, La República. Esta consiste en un grupo de hombres que se encuentran encadenados en una cueva; solo son capaces de observar las sombras de los verdaderos objetos que hay fuera de la caverna. Por consiguiente, creen que esos espectros son todo lo que hay en la realidad. Uno de esos individuos rompe sus cadenas y es capaz de salir a la superficie para darse cuenta de la vastedad de la que se estaban perdiendo. Al principio, la luz del Sol lo ciega pero, poco a poco, se va acostumbrando hasta que logra contemplar la verdadera realidad. Cuando vuelve a su antigua morada a contar las buenas noticias, no es capaz de ver las sombras de la caverna, sus ojos se acostumbraron a los potentes resplandores; sus antiguos compañeros lo toman por tonto.
Según Platón, el filósofo representa el individuo que rompe sus cadenas. Así, debe hacer lo mismo con los necios que no quieren buscar la verdad. El viaje de Jack es extremadamente parecido a esta ingeniosa parábola. Su madre, que ha visto el exterior, le cuenta la verdad, este se rehúsa a creerla, al menos por un tiempo. Luego, cuando al fin logra salir, es cegado por la luz del Sol. Poco a poco va entendiendo que, lo que el conocía en su antigua prisión eran apenas bocetos de la variedad de objetos y experiencias que se encuentran en el mundo de afuera.
1. El Séptimo Continente
La primera película del genio alemán, Michael Haneke, no es para nada fácil de ver; El Séptimo Continente es una experiencia bizarra que te dejará reflexionando por muchos días sobre su significado.
Trata de una familia austriaca de clase media-alta. Al principio sus vidas parecen normales, incluso banales de a ratos, pero la verdad está muy lejos de estas primeras impresiones. Poco a poco, los personajes van revelando sus verdaderos sentimientos, desembocando con un final que dejará a muchos con la boca abierta.
Michael Haneke estructura un relato moderno sobre los males del consumismo, las rutinas urbanas y el no ejercer (en términos heideggerianos) una “existencia auténtica”. El nivel de alienación que alcanzan los miembros de la familia protagonista es aterrador; tanto que nos hace preguntarnos nosotros estamos cerca de una vida así. Uno de los objetivos de la filosofía es hacernos conscientes de cosas que antes nos eran invisibles; no hay duda que El Séptimo Continente logra esto con espeluznante perfección.
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